Cocinar con cúrcuma y ajo aporta sabor y variedad; además, son seguros en cantidades culinarias para la mayoría de las personas. Pero una cosa es sazonar tu sopa y otra muy distinta es esperar que un suplemento te evite el resfriado: la evidencia clínica para prevención es insuficiente/inconsistente, especialmente en niñas y niños. En pediatría, el uso debe ser cauto y jamás sustituye una evaluación médica cuando hay señales de alarma.
Lo que sí sabemos (sin exagerar promesas)
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Ajo y resfriado común: la revisión Cochrane encontró evidencia insuficiente para recomendar suplementos de ajo como preventivos. Algunos ensayos sugieren un posible beneficio, pero los resultados no son consistentes ni robustos.
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Seguridad del ajo: en cápsulas/extractos puede aumentar el riesgo de sangrado y potenciar el efecto de anticoagulantes o aspirina; informa siempre a tu médico, más aún si habrá cirugía. En cocina (dosis culinarias) su uso es generalmente seguro.
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Cúrcuma por vía oral: suele ser bien tolerada en el corto plazo, pero puede causar molestias gastrointestinales (reflujo, náusea, diarrea/estreñimiento), y su absorción es variable; nuevamente, hablamos de suplementos. Como especia en alimentos, se considera segura.
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“Naturales” ≠ “inofensivos”: para el resfriado, la evidencia en muchas terapias complementarias es conflictiva o negativa (incluido ajo). Antes de comprar frascos, revisa qué dice la ciencia.
Tres cosas claras que ayudan
1) Úsalos en cocina (no como escudo):
Cúrcuma y ajo son seguros en cantidades culinarias; evita suplementos si tomas anticoagulantes (ajo) o si la cúrcuma te cae pesada. Consulta siempre con tu profesional de salud si usas fármacos o tienes condiciones crónicas.
2) Evidencia en prevención es limitada:
La Cochrane no concluye un beneficio consistente de ajo en suplemento para prevenir el resfriado; para cúrcuma, faltan ensayos pediátricos robustos. No sustituyas vacunas, higiene o sueño por cápsulas.
3) Señales de “alto” (consulta médica):
Fiebre alta persistente, dificultad respiratoria, somnolencia marcada/decaimiento, dolor de oído intenso, signos de deshidratación, o síntomas que no mejoran → toca evaluación profesional. (Los suplementos no reemplazan atención médica).
Qué sí suma en temporada escolar (y no depende de “pócimas”)
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Higiene de manos y etiqueta respiratoria.
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Sueño suficiente (niños y adolescentes lo resienten mucho).
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Hidratación y fruta/verdura diarias.
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Actividad física regular.
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En cocina, especias como complemento: sopas con ajo, curry suave con cúrcuma, aderezos caseros sin azúcar. Todo suma al entorno saludable, sin prometer prevención mágica.
Mini-FAQ
¿Puedo dar cápsulas de ajo/cúrcuma a mi hijo?
No sin hablarlo con su pediatra. La evidencia de beneficio es limitada y los suplementos pueden interactuar o caer mal. Usa cantidades culinarias en alimentos y enfócate en hábitos base.
¿Y si yo tomo anticoagulantes o aspirina?
Evita suplementos de ajo y consulta con tu médico; hay riesgo aumentado de sangrado. El ajo en comida suele ser aceptable, pero confirma según tu caso.
¿La cúrcuma en polvo del súper es segura?
Como especia en la dieta, sí para la mayoría; en altas dosis en suplementos, puede provocar molestias GI. Si tienes reflujo o tomas varios fármacos, consulta antes.
Para sabor diario (sin azúcar) y variedad en días fríos
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