A medida que envejecemos, nuestro cuerpo experimenta cambios significativos,
especialmente en el sistema musculoesquelético. ¿Has notado que el dolor articular
es una de las principales quejas de las personas mayores? No es casualidad, sino
consecuencia de un proceso natural de envejecimiento.
La osteoartritis es uno de los padecimientos más comunes que afectan a las
articulaciones. Se trata de una enfermedad degenerativa en la que el cartílago de
las articulaciones se desgasta con el tiempo, lo que puede causar dolor y rigidez.
Pero, también pueden presentarse otros cambios en su estructura que pueden
debilitarlas. Por ejemplo, la pérdida de densidad en los huesos los hace más
frágiles, aumentando el riesgo de sufrir fracturas y sus terribles consecuencias.
El cartílago es el tejido que cubre los extremos de los huesos. En la tercera edad o
en personas expuestas al deporte de alto impacto y a actividad física excesiva, éste
se vuelve más delgado y menos elástico, lo que puede aumentar el roce entre los
huesos y provocar dolor.
La artritis reumatoide es otra afección relevante cuando de articulaciones se trata.
Es una enfermedad en la que el sistema inmunológico ataca las articulaciones, lo
que puede provocar inflamación, dolor y daño articular.
Afortunadamente, existen muchas formas de cuidar las articulaciones a medida que
envejecemos, mucho antes de experimentar dificultades. Una de las opciones
naturales más efectivas es el consumo de cúrcuma, una especia que se utiliza
comúnmente en la cocina india y asiática y que contiene curcumina, un compuesto
con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
La curcumina es un potente antioxidante que ayuda a proteger el cuerpo del daño
causado por los radicales libres. Los radicales libres son moléculas inestables que
se producen naturalmente en el cuerpo y que pueden dañar sus células y tejidos. La
curcumina también tiene propiedades antiinflamatorias que pueden favorecer el
alivio de los problemas en las articulaciones, lo cual puede reducir el dolor y mejorar
la movilidad de las personas afectadas.
Pero, eso no es todo… La cúrcuma también puede ayudar a proteger el cartílago de
las articulaciones. Dado que, como dijimos antes, el cartílago es un tejido que cubre
los extremos de los huesos y actúa como un amortiguador para reducir el roce entre
los huesos y que puede desgastarse con el tiempo, su estado determina en gran
parte que se presente o no dolor articular y lesiones. La curcumina puede ayudar a
proteger el cartílago al reducir la actividad de ciertas enzimas que descomponen el
colágeno, una proteína esencial para mantener la integridad del cartílago.
Además, la cúrcuma puede mejorar la movilidad y la flexibilidad de las
articulaciones. Tomando en cuenta que la rigidez articular es un problema común
entre las personas mayores, y que una de sus principales consecuencias es la
limitación de su capacidad para realizar actividades cotidianas, consumir cúrcuma
es una excelente forma de disminuir las probabilidades de ver afectada la movilidad
del cuerpo cuando llegues a la tercera edad, así como de mejorar la calidad de vida
de los adultos mayores que ya viven con ellas.
Te recomendamos extracto de cúrcuma para tus articulaciones.