Todos los edulcorantes han tenido sus altas y sus bajas en la opinión pública, pero ninguno ha sido tan polémico como el aspartamo.
El aspartamo es un edulcorante que se usa ampliamente en la industria alimentaria porque es 200 veces más dulce que el azúcar y sabe bien, lo que es difícil para muchos otros sustitutos.
El aspartamo se aprobó por primera vez por la FDA en Estados Unidos en 1981, y se fue aprobando paulatinamente hasta que, en 1996, se permitió su uso en todos los alimentos y bebidas.
Pronto surgieron especulaciones ligando al aspartamo con una gran variedad de padecimientos, como el cáncer, por lo que se ha desaprobado su uso para luego ser re-aprobado tras comprobarse que no hay una relación entre el uso de este edulcorante y la aparición de tumores.
Hoy en día se sabe que el aspartamo es incluso seguro para niños y embarazadas, conclusión a la que se llegó en un estudio en el que se dieron altas dosis de este edulcorante a animales de laboratorio durante sus etapas prenatales y de crecimiento, y no se observaron afectaciones.
Otro grupo beneficiado son las personas con diabetes que necesitan controlar su ingesta calórica y su consumo total de carbohidratos para nivelar la enfermedad. La Asociación de Diabetes de Estados Unidos asegura que el aspartamo es un reemplazo adecuado para el azúcar.
También es un excelente edulcorante para el control de peso, claro, acompañado por actividad física regular. La seguridad del aspartamo ha sido ampliamente verificada por organismos de salud de todo el mundo.
Sin embargo hay otros edulcorantes que son muy seguros y que son una alternativa natural, pues el aspartamo es artificial.
La stevia, o stevia líquida, es un ejemplo de un edulcorante natural proveniente de la planta del mismo nombre, se ha utilizado durante siglos y tiene múltiples beneficios para la salud.
Por ejemplo, la stevia es rica en vitaminas y minerales, reduce la inflamación, es segura para personas diabéticas e hipertensas y no provoca caries porque no daña el esmalte dental.
Por otra parte, la stevia no interfiere con los receptores de saciedad del cerebro. Otros edulcorantes como la sucralosa lo hacen, por lo que su uso prolongado puede provocar ansiedad y deseos de comer sin control.
Es importante considerar que la stevia refinada disponible en algunas marcas comerciales no tienen estos beneficios pues está mezclada con otras materias primas.
Referencias
https://fmdiabetes.org/todo-lo-que-hay-que-saber-sobre-el-aspartame/
https://www.xataka.com/medicina-y-salud/aspartamo-mitos-y-realidades-del-sustituto-del-azucar-mas-usado
https://mejorconsalud.as.com/beneficios-de-la-stevia/