En los últimos años, la cúrcuma ha ganado mucha popularidad gracias a sus múltiples beneficios para la salud. Seguramente has oído hablar de ella o incluso la han utilizado en alguna receta, pero, ¿Has averiguado cuáles realmente son sus propiedades y beneficios?
Antes de cualquier otra cosa, debes saber que la cúrcuma es una planta originaria de la India que pertenece a la familia del jengibre y que se utiliza desde hace miles de años en la medicina tradicional india (conocida como Ayurveda) y en la gastronomía de países asiáticos como India, Tailandia o Indonesia.
Se trata de una especia conocida por su intenso color amarillo, que se debe a la presencia de un compuesto llamado curcumina. La curcumina es la responsable de muchos de los beneficios que la cúrcuma aporta a la salud, principalmente gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que la hacen capaz de reducir el estrés oxidativo y la inflamación en el cuerpo, contribuyendo así a prevenir o tratar enfermedades inflamatorias crónicas como la artritis, la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, aunque también puede aportar otras ventajas:
- Mejora la digestión: La cúrcuma puede ayudar a mejorar la digestión y prevenir problemas gastrointestinales como el síndrome del intestino irritable. También puede tener efectos positivos en el hígado.
- Reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares: La curcumina puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares al mejorar la función endotelial (la capa interna de los vasos sanguíneos) y reducir el colesterol LDL (conocido como colesterol malo).
- Es un potencial anticancerígeno: Aunque se necesitan más estudios para confirmarlo, se sugiere que la curcumina puede tener propiedades anticancerígenas al ser capaz de inhibir el crecimiento de células cancerosas y prevenir la formación de tumores.
- Mejora la salud mental: La curcumina también puede tener efectos positivos en la salud mental, que se reflejan en un mejor estado de ánimo y reducción de los síntomas de depresión y ansiedad.
Por ser tan beneficiosa como versátil, existen muchas formas de incorporar la cúrcuma en tu dieta:
- Añádela a tus batidos: Agrega una cucharadita de cúrcuma en polvo a tus batidos de frutas y verduras para darles un sabor diferente y un efecto más saludable.
- Prepara una leche dorada: Mezcla una cucharadita de cúrcuma en polvo con leche de almendra o de coco, un poco de miel y una pizca de pimienta negra para preparar una bebida caliente y reconfortante que puedes disfrutar al final del día.
- Condimenta tus platos salados: La cúrcuma es perfecta para sazonar platos de arroz, pasta, verduras, carne o pescado. Añade una pizca al final de la cocción para darle un toque especial.
- Haz té de cúrcuma: Hierve agua con una cucharadita de cúrcuma en polvo y una ramita de canela. Agrega miel y un poco de jengibre fresco rallado para una bebida caliente y saludable.
- Agrega cúrcuma a tus huevos revueltos: Batir un huevo con una pizca de cúrcuma y un poco de queso rallado para obtener un desayuno diferente y nutritivo.
Ojo: Recuerda que la cúrcuma tiene un sabor intenso, por lo que debes empezar con pequeñas cantidades y ajustar según tus gustos. ¡Buen provecho!
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