La gripe es una enfermedad respiratoria causada por el virus de la influenza. Puede
afectar a personas de todas las edades, pero los niños son especialmente
vulnerables debido a que el sistema inmunológico aún está en desarrollo durante la
infancia.
Aunque muchas personas usan la palabra gripe como sinónimo de un resfriado
fuerte, en realidad se trata de un virus grave que puede provocar complicaciones
peligrosas, por lo que es importante que los padres tomen medidas para ayudar a
evitar que sus hijos se contagien.
Podemos identificar a un niño con gripe por síntomas como fiebre, tos, dolor de
cabeza, dificultad para respirar, náuseas, vómitos, dolor muscular, fatiga y
congestión nasal; además, algunos niños con gripe pueden tener dificultad para
alimentarse causándoles irritación y somnolencia.
Tanto si se presentan al mismo tiempo como si algún síntoma aparece de forma
aislada (especialmente la fiebre), es esencial buscar atención médica para evitar
complicaciones como la neumonía o bronquitis. La gripe también puede
desencadenar trastornos respiratorios crónicos, como el asma.
Una manera eficaz de prevenir la gripe es vacunándose contra la influenza cada año
y consumir las vitaminas que el médico indique varias semanas antes de iniciar la
temporada invernal. Además, tanto los niños como los adultos que los cuidan deben
evitar el contacto con personas enfermas y lavarse las manos con frecuencia para
evitar la propagación del virus.
Otra forma de prevenir la gripe es mediante el consumo de remedios naturales. Uno
de los más efectivos es el extracto de ajo, que por años ha proporcionado alivio a
chicos y grandes gracias a sus propiedades antivirales y antiinflamatorias.
El extracto de ajo también puede ayudar a fortalecer el sistema inmune, lo cual es
especialmente importante para los niños que, como dijimos antes, tienen un sistema
inmunológico en pleno desarrollo.
Aunque es un hecho que siempre debes seguir los consejos del pediatra,
especialmente cuando se trata de darle a tu hijo remedios naturales, numerosos
estudios han demostrado que el ajo es un remedio altamente efectivo para mejorar
la salud en general, cuando se consume tanto de forma aislada como para
complementar la toma de otros medicamentos.
El ajo estimula el sistema inmunológico al ayudar a las células a responder frente a
las infecciones, contribuyendo así a mantener la salud y a reducir los efectos de la
gripe cuando se presenta.
Así que, si mantienes tus dudas acerca de si el extracto de ajo es o no seguro para
el consumo de los niños, puedes dejar de preocuparte. Puedes añadirlo a tu
botiquín como uno más de los remedios de la familia, eso sí, manteniendo siempre
una supervisión cercana y cuidando que no se exceda la dosis recomendada para
evitar efectos secundarios como irritación de la piel, ronchas e incluso diarrea en los
niños.
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