Los seres humanos podemos percibir muchos olores, de 4 a 10 mil diferentes. Los olores son millones de moléculas flotando disueltas en el aire que aterrizan en nuestra nariz donde hay receptores que los reciben y mandan señales al cerebro.
Los seres humanos percibimos de 4-10 mil olores diferentes
Algunas personas son más sensibles que otras e incluso hacen una carrera profesional de ello trabajando en la industria de los perfumes y esencias y creando olores distintivos como estrategia de marketing.
Pero los seres humanos no solo percibimos olores, también los expedimos. Las glándulas sudoríparas están en todo nuestro cuerpo y responden a cambios como la temperatura o el estado emocional.
El sudor en sí es inodoro. Es un líquido que tiene la función de regular nuestra temperatura y cuando entra en contacto con bacterias y/o hongos que existen de manera normal en la superficie de la piel, es cuando se genera el mal olor. Otra función del sudor es excretar sustancias que pueden ser tóxicas.
Un adulto tiene la capacidad de producir hasta medio litro de sudor por hora y, si está haciendo ejercicio, la cantidad puede ser de hasta 3 o 4 litros por hora. En este caso se pierde agua y se excretan sales, por lo que la hidratación posterior y el consumo de electrolitos orales es necesario para reponerlas.
La dieta también puede modificar el olor corporal, en especial si ciertos alimentos o bebidas se consumen de forma excesiva y dependiendo de la capacidad de nuestro hígado para depurar el organismo.
Por ejemplo, el consumo excesivo de alcohol es fácilmente perceptible por el olfato ya que aparte daña el hígado, por lo que la mayoría se excreta por los poros provocando un olor pungente.
Otro alimento que puede ser perceptible es el ajo, esto es porque es alto en azufre. Sin embargo se ha estudiado que la percepción de este olor se da por la boca pero que su excreción por los poros incluso mejora el olor corporal.
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