Hay alimentos que nos encantan, algunos a todas las personas, y otros que causan división. Pero, ¿de dónde viene el gusto por la comida? ¿Por qué nos gustan cosas dulces o saladas? La respuesta está en nuestra vida en el útero de nuestra madre.
Es importante entender la diferencia entre el sabor y el gusto por cierto tipo de alimentos.
Si bien el sabor de la comida permanece sin cambios con el tiempo, el gusto por la comida puede cambiar a medida que crecemos y diversificamos los alimentos que consumimos.
Hay estudios que han demostrado que los alimentos que ingiere una mujer embarazada durante el tercer trimestre influyen en las preferencias gustativas del feto. Esta percepción que se desarrolla en el útero de la madre continúa después del nacimiento.
También encontramos que los bebés, incluso antes de nacer, tienen una preferencia natural por lo dulce. Se ha medido que el feto toma más líquido amniótico cuando la madre recibe una solución de azúcar.
Y tiene sentido, si pensamos que los carbohidratos nos dan energía y que el sabor dulce implica su presencia, quizá es por eso por lo que los preferimos.
Es por este motivo que se sugiere consumir una dieta variada, para poder aceptarlos en nuestros primeros años y, a medida que envejecemos, mantengamos una dieta diversificada y saludable.
También por esto se sugiere no dar azúcar a los niños hasta que pasan del año, esto para darles la oportunidad de interiorizar otros sabores en una etapa crítica del desarrollo del sentido del gusto.
Es cierto que parte de nuestras preferencias alimentarias se fijan en nuestra infancia, pero también que nuestro gusto no permanece fijo de por vida. ¿Te has encontrado en una situación en la que disfrutas un alimento que no solía gustarte?
Nuestro gusto nació desde los primeros momentos de nuestra vida y crecimos juntos. También es el fruto de todos nuestras experiencias de vida y la exposición a distintos alimentos.
Lo cierto es que todos amamos el dulce en mayor o menor medida. Tiene algo reconfortante y no podríamos imaginar nuestra existencia sin ello, por esto no debe censurarse, sólo consumirse con moderación acompañado de una dieta sana.
Sin embargo, si quieres un poco más, siempre puedes preparar tus postres con stevia líquida y darles un giro más sano.