Por qué no consumir aceite de oliva caliente

El aceite de oliva es ampliamente reconocido por sus beneficios para la salud gracias a su alto contenido de grasas monoinsaturadas y antioxidantes. Consumido en su estado crudo, es una fuente inigualable de polifenoles, vitamina E y ácidos grasos saludables que contribuyen a la protección cardiovascular y al bienestar general. Sin embargo, el uso de este aceite a altas temperaturas puede alterar su composición química, reduciendo sus propiedades beneficiosas e incluso generando compuestos nocivos para la salud.

Punto de humo:
Uno de los principales factores a considerar al cocinar con aceite de oliva es su punto de humo, que oscila entre 190 °C y 220 °C, dependiendo de su grado de pureza.

  • Cuando un aceite supera esta temperatura:
    • Comienza a descomponerse
    • Pierde sus antioxidantes
    • Libera compuestos potencialmente dañinos como aldehídos y acroleínas

Estos subproductos han sido asociados con estrés oxidativo, inflamación y un mayor riesgo de enfermedades crónicas.

Degradación de polifenoles:
Los polifenoles, uno de los principales componentes saludables del aceite de oliva, se degradan rápidamente con el calor.

  • Tienen efectos antiinflamatorios y antioxidantes
  • Protegen a las células del daño por radicales libres
  • Estudios muestran que al calentar el aceite de oliva a altas temperaturas, se reduce significativamente su contenido de polifenoles (González et al., 2019)

Oxidación de grasas monoinsaturadas:
La oxidación de los ácidos grasos monoinsaturados también puede generar radicales libres, relacionados con:

  • Envejecimiento celular
  • Enfermedades cardiovasculares
  • Enfermedades neurodegenerativas

El aceite de oliva extra virgen es particularmente susceptible a este proceso por la presencia de compuestos orgánicos volátiles que se degradan con la temperatura (Guasch-Ferré et al., 2017).

Recomendaciones para su uso:
Para preservar los beneficios del aceite de oliva, se recomienda:

  • Usarlo en crudo o a temperaturas moderadas
  • Es ideal para:

Si se necesita cocinar con grasa, lo más recomendable es optar por:

  • Métodos de cocción a fuego bajo o medio
  • Evitar temperaturas extremas

Importancia del uso adecuado:
Aunque el aceite de oliva ha demostrado numerosos beneficios en estudios epidemiológicos y clínicos, su mal uso puede reducir su impacto positivo en la salud.

  • La dieta mediterránea, ampliamente estudiada por sus efectos protectores, enfatiza su uso en estado natural, lo que contribuye a la prevención de enfermedades crónicas (Estruch et al., 2018)

Conclusión:
El aceite de oliva es una de las mejores opciones para una alimentación saludable, pero su estabilidad térmica es limitada.

  • Para maximizar sus beneficios, lo mejor es:
    • Evitar altas temperaturas
    • Usarlo en su forma más pura y natural

Así se conserva su riqueza en antioxidantes y su capacidad para promover la salud cardiovascular y general.

Fuentes:

  • Estruch, R., Ros, E., Salas-Salvadó, J., et al. (2018). Primary prevention of cardiovascular disease with a Mediterranean diet supplemented with extra-virgin olive oil or nuts. New England Journal of Medicine, 378(25), e34. https://doi.org/10.1056/NEJMoa1800389

  • González, M., Dávalos, A., & Ordovás, J. M. (2019). Effects of virgin olive oil phenolic compounds on the expression of blood pressure-related genes in humans. Journal of Nutritional Biochemistry, 64, 101-108. https://doi.org/10.1016/j.jnutbio.2018.10.003

  • Guasch-Ferré, M., Liu, G., & Sun, Q. (2017). Olive oil consumption and cardiovascular risk in US adults. Journal of the American College of Cardiology, 69(9), 1172-1181. https://doi.org/10.1016/j.jacc.2016.10.040