Cada vez son más las investigaciones que demuestran que una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos, como la dieta cetogénica o keto, puede revertir muchos factores de riesgo de enfermedades cardíacas, como la presión arterial alta, diabetes tipo 2, resistencia a la insulina, niveles de triglicéridos y el exceso de grasa corporal.
Tanto en México como en la mayoría de los países latinoamericanos, la enfermedad cardíaca es una de las principales causas de muerte entre hombres y mujeres. Afortunadamente, la alimentación cetogénica habitual contribuye a reducir los principales factores de riesgo de enfermedad cardíaca, que son la resistencia a la insulina que, si no se controla, puede evolucionar a diabetes tipo II, inflamación interna y obesidad.
La dieta keto puede revertir la resistencia a la insulina y la diabetes tipo II. Cuando se tiene resistencia a la insulina (o diabetes), hay demasiada glucosa (azúcar) circulando por el torrente sanguíneo. Con el tiempo, ese exceso de glucosa puede dañar los vasos sanguíneos junto con los nervios que los controlan, derivando en el desarrollo de enfermedades del corazón.
Al evitar, como parte de la dieta keto, el consumo de carbohidratos que se procesan como azúcar y que contribuyen a su presencia en exceso en la sangre, proteges a tus vasos sanguíneos del daño potencial que puede causar la glucosa. De hecho, la dieta cetogénica es tan buena para reducir los niveles de azúcar en la sangre que muchas personas pueden, con el tiempo, dejar por completo los medicamentos para la diabetes, manteniendo un estilo de vida saludable que reduce el riesgo de enfermedad cardíaca.
Por otra parte, la inflamación también influye en el desarrollo de afecciones del corazón, pues esta condición puede dañar la pared arterial y hacer que el colesterol se oxide en las arterias, formando placas que provocan enfermedades cardíacas.
La alimentación proveída por la dieta cetogénica es excelente para disminuir la inflamación interna en el organismo, específicamente gracias al beta-hidroxibutirato, una de las principales fuentes de combustible que interviene en la cetosis y que provoca una disminución drástica de la respuesta inflamatoria.
Perder peso y combatir la obesidad es una de las mejores medidas preventivas de salud que toda persona puede emprender. Con la dieta cetogénica, lograrlo es menos complicado y mucho más benéfico, pues además de las ventajas que mencionamos antes, corregir o evitar el aumento de grasa corporal mediante este hábito de alimentación disminuye los factores de riesgo de enfermedad cardíaca asociados a la obesidad, como el aumento de la presión arterial, el riesgo de accidente cerebrovascular y la diabetes.
La obesidad también está relacionada con un ventrículo izquierdo del corazón grande, que es una causa común de insuficiencia cardíaca. Perder el peso extra es la mejor forma de evitarla, y la dieta cetogénica es una excelente opción, no sólo es útil para perder esos kilos de más, también ayuda a que tu sensación de apetito y los antojos de consumir azúcar disminuyan gradualmente.