Desde hace varios años las tendencias apuntan hacia lo natural. Lo mismo si se trata de moda, cosmética, de manufactura y por supuesto, de alimentación, existe una creciente preocupación por reducir el impacto negativo de la generación y consumo de los bienes y servicios que se utilizan en la vida cotidiana.
Cuando se trata de nutrición, más que una moda, la inclinación a elegir alimentos tal y como los ofrece la naturaleza es un hábito con beneficios comprobados y por comprobar. Un gran ejemplo de ello es la creciente popularidad, y con ello la demanda, de las hojas de stevia alrededor del mundo.
Dada su potencia y su capacidad para endulzar los alimentos de una forma muy parecida a la del azúcar tradicional, pero sin los efectos nocivos que ésta produce en la salud, la stevia en todas sus presentaciones se está convirtiendo en infaltable para quienes desean reducir su consumo de azúcar sin sacrificar el sabor de sus platillos.
El consumo excesivo de alimentos y bebidas azucarados está asociado al desarrollo de enfermedades como la diabetes tipo 2, padecimientos cardíacos e hígado graso; todas ellas con alta incidencia en México y América Latina, zona geográfica en la que se estima que una persona consume en promedio un cuarto de taza de azúcares añadidos al día.
En las décadas de los 80’s y 90’s, los edulcorantes artificiales ofrecieron una solución para disminuir el consumo del azúcar estándar, pero su popularidad ha disminuido debido a las preocupaciones del impacto de los químicos que los componen, que van desde el aumento de peso, el desarrollo de síndrome metabólico, hipertensión y algunos tipos de cáncer.
La diferencia entre edulcorantes artificiales como el aspartamo, acesulfamo y neotame, por mencionar algunos, es que las hojas de stevia se han utilizado como edulcorante desde el siglo XVI, pero las investigaciones desarrolladas en torno a ella hicieron que fuera hasta el años 2008 cuando su uso se comenzara a extender.
En la actualidad, dicha expansión está haciendo a productores desarrollar mejores estrategias y técnicas de producción para cubrir la enorme demanda de esta hoja originaria de Paraguay.
De hecho, a pesar de su origen sudamericano, la producción de Asia ya superó a la que guaraní, y sigue despertando el interés de agricultores alrededor del mundo, particularmente en Turquía, Egipto y algunas naciones de África; no sólo pensando en abastecer al mercado cada vez más deseoso de consumir stevia, sino porque en la eficiencia de su cultivo que entrega tres cosechas anuales en suelos arenosos, que además consume menos agua y menos tierra en comparación con los cultivos tradicionales de azúcar, encuentran un sistema redondo de rentabilidad.
Aunque la aprobación de la Stevia como producto alimenticio es asignatura pendiente todavía en muchos países, se espera que pronto concluyan las investigaciones y pruebas necesarias que permitan que su expansión continúe.